NFC Usos
NFC es una tecnología relativamente nueva. Y como todas las nuevas tecnologías tiene entusiastas y detractores.
Estos primeros sentimientos de euforia en uno u otro sentido suelen ser más emocionales que racionales. Y cuando el implantar o no este tipo de tecnología nos suponga un desembolso económico deberemos valorar el beneficio que nos reportará y el coste actual y de mantenimiento que deberemos soportar.
NFC permite el intercambio de información entre dos dispositivos NFC, como pueden ser dos Smartphone. O entre un dispositivo y un tag. Un tag es un chip con una antena que puede estar dentro de una pegatina, llavero, pulsera, etc.
La comunicación se debe hacer a muy corta distancia, menos de 10 cm. Y no necesita contacto. Y no es necesario ningún tipo de contraste de luz, ni siquiera que esté ópticamente visible para que el dispositivo lector pueda captar la información del tag, como sucede con los códigos de barras.
Características del NFC
El emisor y el receptor de la información deben estar muy cerca. Esto es muy útil para hacer pagos con móvil. Forzamos a que la persona que hace el pago acerque su móvil a la caja de cobro y no pueda repudiar su acción. Tampoco importa cuando se usa para validar entradas en un cine. Es un inconveniente si pretendemos escanear un carrito de compra con todos sus productos identificados con tags NFC.
No necesita el contacto físico. Esto hace que el tag y el lector no sufran desgaste, como ocurre con las tarjetas de banda magnéticas o con las tarjetas de chip inteligente. Mejora el rendimiento y evita reparaciones.
No es tan sensible a los imanes, como le ocurre a la tarjeta de banda magnética.
No necesita condiciones especiales de luminosidad como le ocurre al código de barras y no se ve afectada por manchas o decoloración de la tinta.
El tag NFC no tiene por qué estar visible para el lector. Es una ventaja para poder validar el acceso a un recinto presentando solo nuestra billetera al lector sin tener que bucear en ella hasta encontrar la tarjeta de acceso. Pero es un problema porque se puede leer la información de la tarjeta NFC si nos descuidamos. Alguien puede acercar un móvil o Tablet a nuestro bolsillo y leer la información del tag si no está protegido con clave, algo que no está en nuestra mano, o no la tenemos en una funda que impida su lectura, algo que sí está en nuestra mano.
Puede ser de lectura y escritura. Es una ventaja importante con respecto a los códigos de barras. En un escenario de trazabilidad lo correcto sería tener un identificador que siempre pudiera consultarse y que nos reportase la información completa del producto, pongamos por ejemplo la reparación de un vehículo. Pero a veces, el sistema informático no lo permite y su actualización es muy costosa. En estos casos podemos complementar o sustituir el código de barras por un tag NFC en el que iremos añadiendo la información de los procesos cual si fuera una hoja de servicio. Pero al final, pasarlo al sistema principal será mucho más rápido, sencillo y fiable. Además el tag NFC es mucho más resistente que el papel en entornos de suciedad y más legible la información.
Los tag NFC tienen un coste adicional que no tiene el código de barras. Mientras que un código de barras se pinta aprovechando la etiqueta del producto. El tag es un elemento adicional, a día de hoy con un coste a partir de 0,3 euros. En algunos casos el coste del tag puede ser agregado al del producto pero en otros casos encarece el producto excesivamente. La alternativa en este caso es recuperarlo.
Otras veces el tag nunca sale de nuestras instalaciones, cuando está en palets o contenedores de uso interno, por lo que el coste quedará diluido entre otros consumibles del almacén.
Es tecnología nueva, por lo que si pretende organizar un congreso sobre nuevas tecnologías debería incorporar una entrada NFC como poco. Salvo que no le importe que los ponentes lo usen como ejemplo del pasado y se hagan fotos junto a usted como si fuese la momia de Tutankamón.
Conclusión
Integrar dentro de un proceso productivo algo, sea nuevo o viejo, requiere un reajuste de toda la cadena.
Deberá valorar su utilidad, su coste y su mantenimiento.
NFC no es la panacea, es una opción más. Una opción que puede tener en cuenta tras un estudio de impacto. En caso de adoptarla, tenga presente porqué lo hizo; barata, nueva, etc. Si la desestimó escriba las razones también; coste de tags, seguridad, …
Cuando mañana surja otra tecnología que tal vez pueda usar parte del estudio ya lo tendrá desarrollado.