Un regalo para Paula

Portada de "Los Malos del Cuento" de Espido Freire. Imagen: http://www.planetadelibros.com

Portada de “Los Malos del Cuento” de Espido Freire.
Imagen: http://www.planetadelibros.com

Creo que soy un animal de costumbres.  Desde que era pequeñito he pensado que un libro es el mejor regalo.  Con los años intenté pensar en otros presentes; perfumes, corbatas, dispositivos electrónicos y diversos cachivaches de moda pasajera.  Pero ahora que deseaba hacer uno muy especial he vuelto a regalar un libro.

Los que regalamos libros no nos encaprichamos con el primero que encontramos en la librería por muy de moda que esté.  Un libro debe estar hecho a medida del agasajado.

Un libro no es como un perfume, para que otros lo perciban.  Un libro es personal, solo para el disfrute propio e íntimo.

Un libro no es como una prenda, que debe sentarte bien hoy y recordarte mañana que tu cuerpo está sujeto a las inclemencias del paso del tiempo.  Un libro debe envejecer solidariamente con su dueño.

El libro es para mi sobrina Paula.  Paula apenas tiene tres meses.  Pero creo que ya es momento de que sea la propietaria de un libro.

Tal vez parezca precipitado, pero todos tenemos recuerdos de cómo algo nimio, caprichoso o accidental ha condicionado nuestra vida.

Yo le he querido regalar un libro.  Quiero influir en ella positivamente.

No es un libro cualquiera cogido al azar en la feria del libro.  Es “Los malos del cuento”, el último libro de Espido Freire.

“Los malos del cuento” trata de las personas tóxicas.  Esas que hacen daño a todos aquellos incautos que se aproximan a ellos.

Espido Freire. Imagen: http://www.clubcultura.com

Espido Freire.
Imagen: http://www.clubcultura.com

Establece un paralelismo entre los personajes imaginarios, o no, de la literatura y el comportamiento de las personas que tenemos a nuestro alrededor.

Y al igual que en los cuentos, una de estas personas, una entre un montón son capaces de hacer de nuestra existencia un drama.  Y de amargarnos la única vida que tenemos.

Quiero que mi sobrina esté sobreaviso.  Creo que es un libro que debería leerse antes de la adolescencia para estar prevenidos de todos esos falsos amigos que acabarán pululando en torno a nosotros y cuyo objetivo es parasitarnos.  Quiero que sea capaz de quitarles la máscara por sí misma y sea capaz de plantarles cara antes de que le hagan daño.

Espido dedicó el libro a mi sobrina.  La primera página está ocupada por enormes letras mayúsculas entre las que se asoman amontonadas diminutas letras minúsculas.  Esa primera página tiene que recordarle a mi sobrina siempre que siempre es especial.

Por otro lado, Espido Freire es la escritora que consiguió el Premio Planeta a más temprana edad.  El Premio Planeta es uno de los más prestigiosos de las letras españolas y el dotado con mayor cuantía económica.  Además de escritora es CEO de E+F, una empresa de comunicación que tiene entre sus clientes a importantes e influyentes grupos de noticias y divulgación.

Y ese es otro de los motivos por lo que este libro lo creo adecuado.  Quiero que tenga alguien en quien fijarse.  Y prefiero ser yo, un adulto que la quiere, quien le sugiera el modelo que no sea el destino quien ponga ante ella un patrón circunstancial; un Vampiro o un Peter Pan de los que Espido escribe en su libro.

Espero que este libro condicione su conducta para bien y le enseñe a disfrutar de la lectura tanto o más que su tío.

Postdata

"El amor ha de hacernos libres" Imagen: http://blog.enfemenino.com

“El amor ha de hacernos libres”
Imagen: http://blog.enfemenino.com

Este libro lo compré un domingo en la Feria del Libro de Zaragoza.  El lunes siguiente, dos mujeres morían a manos de sus exparejas.  La noticia, tristemente habitual, del telediario fue acompañada de la intervención de una técnico de servicios sociales que advertía de cómo estaba disminuyendo la edad a la que los maltratadores comenzaban a actuar.  En el caso concreto del maltrato en pareja; de cómo las nuevas tecnologías (Facebook, WhatsApp o geolocalizadores de smartphones) se estaban poniendo de moda entre los adolescentes para estar siempre pendiente y a la espera “del ser amado”.  Con esto se establece un patrón de conducta que reafirmaba la posesión de la otra persona y facilitaba el control omnipresente “de la media naranja”.

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