Los códigos de barras: ¿Qué son?

Los códigos de barras nos controlan.
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Es difícil encontrar un producto que no muestre en alguno de sus costados un código de barras.

Parecen runas estelares capaces de invocar a poderosos sistemas de información.  Sin embargo la realidad es mucho más mundana.  Los códigos de barras son representaciones de información.  Exactamente igual que lo es la escritura que todos conocemos.

Cuando deseamos comunicarnos y que ese mensaje sobreviva al presente usamos la escritura.  La escritura es la codificación de un mensaje usando símbolos.  Esos símbolos que se repiten son las letras.

Las letras no son casuales.  Pertenecen a un conjunto que denominamos alfabeto.  El alfabeto agrupa todos los símbolos que usaremos para escribir nuestro pensamiento y es común a nosotros, emisores del mensaje; como a la persona que lo lea, receptor del mensaje.

Un alfabeto “raro”.
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Los seres humanos también usamos alfabetos raros, p.e. la notación musical.

Pero las letras no tienen un trazo definido.  Es lo que se llama caligrafía y estilo.  Las hacemos más grandes, las decoramos con filigranas y orlas, etc.

Estas variaciones artísticas confunden a los lectores electrónicos.

Los ordenadores tampoco son capaces de entender la información por el contexto, carecen de esa percepción global.  Por eso la información también tiene que ser exacta y concreta.

Los humanos hemos convertido la caligrafía en un arte, pero las máquinas tienen problemas para entender el arte.
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El resumen de todo esto es que los códigos de barras son letras, no decoradas, que un ordenador es capaz de leer.

La primera patente sobre códigos de barras fue presentada en octubre de 1952, por los inventores:  Joseph Woodland, Jordin Johanson y Bernard Silver.  Como anécdota Woodland participó en el Proyecto Manhattan, que fue del que surgió la bomba atómica.