No piense en un gran Almacén blanco

Almacén con estanterías.
Imagen: http://www.decoracionia.com

Lo primero que nos viene a la mente al oir la palabra ‘Logística’ es un almacén, con estantería, lleno de palets y cajas.

La palabra ‘Logística’ se ha convertido en una metonímia.  Y acaba nombrando la parte; un almacén; por el conjunto; almacén, información, procesos, retroalimentación, etc.

Logística es mucho más.  Y si se analiza detenidamente, el almacén refleja el fracaso o la imposibilidad de no poder prescindir de un espacio que absorba las diferencias de tiempo entre los pedidos realizados por nuestros clientes y los pedidos que realizamos a nuestros proveedores o fábrica.

Sin tener en cuenta que estamos acotando el uso de la logística a los productos sólidos.  La logística se hace también de fluidos y de intangibles: conocimiento, habilidades, tiempo y espacio entre otros.

Parece normal que se aplique la logística en el almacén que suministra a una cadena de supermercados.

Con un razonamiento similar, podemos extender, a los grandes depósitos que suministran combustible a las gasolineras.

Con estos ejemplos podemos haber fijado la idea errónea de que sólo si se almacena se usan técnicas logísticas.  Pasemos a otros ejemplos en los que no hay almacén.

El gestor de un centro de estudios usará técnicas logísticas para asociar los cursos que ofrece con los profesores con conocimientos para impartirlos.  Y aquí no hay almacén.

Primero analizará qué necesidades educativas tiene el entorno, y por cuales están dispuestos a pagar los posibles alumnos.

Después comparará el resultado anterior con los cursos que su centro puede ofrecer.  Teniendo en cuenta los profesores, el material y las instalaciones.

Establecerá un precio a los cursos en función de la oferta y la demanda y del coste/beneficio que pretende obtener.  Por supuesto, no podrá ofrecer todos los cursos demandados.  Deberá escoger los más adecuados en función de sus posibilidades.  Qué profesores pueden impartir qué cursos y en qué aulas.  Aquí está gestionando la escasez.  Si tuviese infintas aulas con profesores capaces de impartir todos los cursos y la capacidad económica para mantener las clases no tendría este problema.  Pero la realidad es que no disponer de recursos ilimitados.

Por eso deberá escoger entre todos ellos con el objetivo de la mayor rentabilidad.  Como es la primera vez que imparte los cursos, solo dispone de su estimación subjetiva.

Cuando comience un segundo ciclo de cursos, dispondrá de la experiencia primera y tal vez de las encuestas de alumnos y profesores.  Volverá a enfrentarse al mismo problema, pero con más información.

Toda la información con el propósito de obtimizar los recursos.

Esto también es logística.

La misma que usa un entrenador de futbol para escoger a sus jugadores; en función de sus habilidades, posiciones en las que juegan, número de tarjetas, etc.

O un equipo de Fórmula 1, para determinar el combustible cargado en el monoplaza y el número de veces que parará a repostar y cambiar las ruedas.

Esto, de nuevo, también es logística.

 

 

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